
En publicidad se recomienda que los spot y cuñas duren un máximo de 30 segundos, si dura más se pierda la atención del público objetivo y la emoción del mensaje. Esto mismo se puede adecuar al momento de una entrevista de trabajo, cuando se llega a una, es porque se debe definir los últimos detalles para considerar al nuevo empleado de la empresa, entonces, es ahí donde se debe impresionar.
Un gerente realmente querrá conocer a su prospecto, y cuando se nos indica: “Hábleme de usted” ¿Cómo iniciaríamos? ¿Qué nos conviene decir y qué no? ¿En qué orden hablo de mí?
La declaración del yo en 30 segundos nos ayuda a contestar estas interrogantes. Se trata de hablar de uno mismo en medio minuto, lo que se busca es captar la atención y resaltar aquellos atributos que nos beneficien, si se hace correctamente el entrevistador pedirá probablemente que nos extendamos en algún punto mencionado o preguntará sobre ciertos aspectos que tratamos. Una declaración del yo en 30 segundos debe contener:
1. Palabras o cualidades que me describan de mejor manera.
2. Pasatiempos o actividades que me gustan realizar.
3. Resaltar mis logros profesionales.
4. Algunas metas a futuro que tengo.
5. En ocasiones mencionar a la familia.
Un ejemplo de un yo en 30 segundos sería: “siempre me ha gustado relacionarme con la gente, debido a ello, me especialicé en relaciones públicas, profesión en la que he trabajado durante los últimos ocho años. He relacionado varios programas educativos y de relaciones comunitarias en mi municipio. Mi habilidad organizativa me ha permitido ser responsable de supervisar todos los programas de asuntos públicos relacionados con proyectos de microempresas. Lo que más me gusta es ayudar a las pequeñas empresas recién fundadas para que se hagan un hueco en la comunidad”
Hay que recordar que un yo en 30 segundos no está escrito en piedra, se puede modificar cuantas veces sean necesarias y adecuarlo para cada ocasión. El ejemplo anterior fue una declaración para una persona graduada de relaciones públicas, veamos otro ejemplo, uno relacionado con el arte de enseñar:
“soy una persona de gran dedicación y con cuatro hijos. Me gusta leer y tanto el conocimiento como la perspectiva adicional que he obtenido de mis lecturas han fortalecido mi capacidad de enseñanza y mi habilidad para hacer presentaciones. He criado a mi familia con éxito, el cual atribuyo a mi capacidad para planificar, programar, manejar varias tareas a la vez. Una flexibilidad así me ayudará en el aula, espacio donde convergen muchas personalidades y estilos de aprendizaje distintos.”
Luego de creada su declaración del yo en 30 segundos, se recomienda practicarla, practicarla y practicarla. Preferentemente en voz alta y frente a un espejo, hasta sentirse cómodo con ella. Se recomienda también compartirla con otras personas y pedir una pequeña evaluación. Este yo en 30 segundos también se puede escribir dentro del currículo, en la sección: Perfil.
Hay tres grupos de personas: los que hacen que las cosas pasen; los que miran las cosas que pasan y los que se preguntan qué pasó