YO EN 30 SEGUNDOS

domingo, 28 de agosto de 2011 | | | 2 comentarios |
 La técnica del YO en 30 segundos, realmente es una herramienta muy interesante, eficiente y generalmente poco conocida.

En publicidad se recomienda que los spot y cuñas duren un máximo de 30 segundos, si dura más se pierda la atención del público objetivo y la emoción del mensaje. Esto mismo se puede adecuar al momento de una entrevista de trabajo, cuando se llega a una, es porque se debe definir los últimos detalles para considerar al nuevo empleado de la empresa, entonces, es ahí donde se debe impresionar.

Un gerente realmente querrá conocer a su prospecto, y cuando se nos indica: “Hábleme de usted” ¿Cómo iniciaríamos? ¿Qué nos conviene decir y qué no? ¿En qué orden hablo de mí?

La declaración del yo en 30 segundos nos ayuda a contestar estas interrogantes. Se trata de hablar de uno mismo en medio minuto, lo que se busca es captar la atención y resaltar aquellos atributos que nos beneficien, si se hace correctamente el entrevistador pedirá probablemente que nos extendamos en algún punto mencionado o preguntará sobre ciertos aspectos que tratamos. Una declaración del yo en 30 segundos debe contener:

1.       Palabras o cualidades que me describan de mejor manera.

2.       Pasatiempos o actividades que me gustan realizar.

3.       Resaltar mis logros profesionales.

4.       Algunas metas a futuro que tengo.

5.       En ocasiones mencionar a la familia.

Un ejemplo de un yo en 30 segundos sería: “siempre me ha gustado relacionarme con la gente, debido a ello, me especialicé en relaciones públicas, profesión en la que he trabajado durante los últimos ocho años. He relacionado varios programas educativos y de relaciones comunitarias en mi municipio. Mi habilidad organizativa me ha permitido ser responsable de supervisar todos los programas de asuntos públicos  relacionados con proyectos de microempresas. Lo que más me gusta es ayudar a las pequeñas empresas recién fundadas para que se hagan un hueco en la comunidad”

Hay que recordar que un yo en 30 segundos no está escrito en piedra, se puede modificar cuantas veces sean necesarias y adecuarlo para cada ocasión. El ejemplo anterior fue una declaración para una persona graduada de relaciones públicas, veamos otro ejemplo, uno relacionado con el arte de enseñar:

“soy una persona de gran dedicación y con cuatro hijos. Me gusta leer y tanto el conocimiento como la perspectiva adicional que he obtenido de mis lecturas han fortalecido mi capacidad de enseñanza y mi habilidad para hacer presentaciones. He criado a mi familia con éxito, el cual atribuyo a mi capacidad para planificar, programar, manejar varias tareas a la vez. Una flexibilidad así me ayudará en el aula, espacio donde convergen muchas personalidades y estilos de aprendizaje distintos.”

Luego de creada su declaración del yo en 30 segundos, se recomienda practicarla, practicarla y practicarla.  Preferentemente en voz alta y frente a un espejo, hasta sentirse cómodo con ella. Se recomienda también compartirla con otras personas y pedir una pequeña evaluación. Este yo en 30 segundos también se puede escribir dentro del currículo, en la sección: Perfil.

Hay tres grupos de personas: los que hacen que las cosas pasen; los que miran las cosas que pasan y los que se preguntan qué pasó

¿Conocernos a nosotros mismos?

martes, 16 de agosto de 2011 | | | 1 comentarios |

Muchas personas se preguntan: ¿Qué importancia tiene conocerme a mi misma? ¿Para qué me va a servir? Y es que la mayoría cree que conocerse a fondo solo es útil en el ambiente espiritual, religioso o bienestar personal, pero la verdad es que conocernos bien es la base de todas nuestras actividades, el pilar sobre el que construiremos nuestra vida completa.

Pero, ¿cómo aplicar esto en el ambiente laboral? ¿Sirve de algo? La respuesta es “SÍ”. Desde el momento en que buscamos empleo es necesario conocernos bien, saber cuáles son nuestros ideales, sueños, metas y propósitos, estar consientes de nuestras habilidades, de nuestras capacidades e incluso de nuestro carácter. Mencionábamos, en artículos anteriores, un elemento esencial a la hora de la entrevista y era el llamado “Yo en 30 segundos” esto se refiere a una descripción condensada de nosotros mismos, de quiénes somos, qué queremos y cómo vamos a lograrlo. Es imposible expresar estas realidades en 30 segundos si no tenemos ni una sola noción de quienes somos. Así de importante es conocernos a nosotros mismos pues de esos escasos segundos debemos valernos para entrar en una empresa impresionando y convenciendo de lo que sabemos hacer y lo que somos capaces de alcanzar a favor de la organización.

Cuando ya tenemos algún tiempo de trabajar en una empresa.

Aquí entra en juego otra realidad que influye en el trabajo de una manera excepcional y es algo que Tales de Mileto mencionó sabiamente: “la cosa más difícil del mundo es conocernos a nosotros mismos, y la más fácil hablar mal de los demás”.

¿Han conocido a alguna persona que diga: "en mi trabajo todo es armonía, nunca hay problemas, todos somos como hermanos y de nuestras bocas solo brotan palabras de dulce aprecio..."?

 Lo más probable es que muchos de los problemas que rodean los puestos de trabajo en todo tipo de empresas nazcan de las palabras insensatas de algún querido y apreciado compañero de trabajo, de un jefe o de un subalterno que tras haberlas mencionado se han desatando tormentosas jornadas de trabajo que generan tensión malsana en el ambiente laboral.

¿Pero qué hacer entonces?
La mayoría reacciona instintivamente a estas situaciones de una manera agresiva pagando a los demás con la misma moneda, o bien, sumergiéndose en el pozo de la depresión y de la angustia producido por el estrés. Pero hay que tener claro que: “No podemos cambiar a los demás ni podemos controlar lo que hacen, pero sí podemos controlar nuestra reacción ante el problema”.

Tarde o temprano debemos aprender que: el tiempo odiando al que nos ha hecho daño o el que hemos pasado sufriendo por lo que han causado es “Tiempo perdido”, que podríamos invertir de formas más productivas.

Si nos conociéramos a nosotros mismos, podríamos sacar grandes fortalezas de nuestras debilidades, si conociéramos de qué somos capaces, podríamos convertir momentos de crisis en oportunidades, si fuéramos un poco más sabios dejaríamos de hablar mal de los demás para aprender más sobre nosotros mismos.

El reto, no es fácil, pero no es imposible. ¿Cuándo comienzas?

AMAR LO QUE SE HACE

lunes, 8 de agosto de 2011 | | | 5 comentarios |
“Dadme una tarea en la que pueda poner algo de mí mismo y ya no será una tarea; será gozo; es arte”[1].


Cuando se sueña con el trabajo que uno quiere tener se lo imagina en una oficina, con aire acondicionado, en algún puesto de liderazgo, con un excelente clima laboral, y por supuesto con un gran salario. “Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”[2] 
Después de soñar y si se pone en práctica algunos tips de los que se han hablado en los artículos anteriores y aún así no se encuentra la oportunidad que uno espera, no hay que impacientarse, muchas veces se tiene que pagar el derecho de piso, con esto adquirir experiencia y conocimientos necesarios, poner en práctica mucha teoría aprendida y seguir hasta llegar al lugar en que soñamos estar.      

Esos y muchos más son los consejos que le dan a uno para darle ánimo, pero realmente es difícil amar lo que uno hace, cuando se siente que el trabajo no le apasiona y no tiene nada nuevo que aportar, cuando la monotonía del día a día se vuelve un eterno giro, esas 8 horas laborales son las más largas del día, y podría continuar, pero tal vez muchos han vivido experiencias similares o han conocido a una personas que sufre de este mal, entonces cómo mejorar esta situación???

A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota[3]. Pienso que en esta frase se puede comprender que las labores que uno ejecuta, por insignificantes que parezcan o que uno las vea de esa manera, permiten que todo el sistema funcione, si una parte del sistema falla, todo fallará, es aquí de donde entiendo que de pequeñas cosas proceden las grandes y que el trabajar es un sacrificio en el que se tiene una remuneración sea cual sea la cantidad porque como dicen: trabajo es trabajo y cuesta, pero cuesta más el no trabajar….
Un hombre muy estudiado y un gran economista reconocido de origen americano me dijo un día: ¿Quiere saber cuál es el éxito de todo mi trabajo? Por supuesto que sí, respondí y quizás nunca me esperé una respuesta tan sencilla y simple como la que me dio ese día, solamente me dijo: “AME SU TRABAJO”,  yo esperaba una respuesta diferente como: hágase amigo de su jefe, estudie más, o llévese trabajo extra a la casa, pero ¿amar el trabajo? quizás nunca lo pensé, y al ver mi expresión no muy convencida continuó explicando: “no ame el salario que le darán porque si trabaja por el dinero solo disfrutará el día 15 y 30 de todo el mes, no ame sus condiciones laborales porque un día se puede quedar sin aire acondicionado o sin escritorio, ame lo que hace y lo que es, y sea donde trabaje será feliz, y si es feliz, todo lo hará de forma más eficiente y sin ser obligado a hacerlo. Eso hago yo y muchas empresas se desean que yo trabaje con ellas…

“La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho”[4].
Ahora comprendo el éxito que pueda tener una persona en sus labores, no es porque sea el más preparado, ni el más antiguo o con mayor experiencia, la persona con éxito en su  trabajo es la que tiene el  trabajo  que realmente ama, goza y disfruta. Sea el trabajo que sea, ame lo que hace y sea el mejor en hacerlo…


[1] Bliss Carman
[2] A. Machado

No te quedes con los brazos cruzados

miércoles, 3 de agosto de 2011 | | | 3 comentarios |
Luego de estar seguros de las  habilidades y  capacidades que poseemos, nuestro nivel  de estudio, carrera, el tipo de empleo y la empresa en la que deseamos aplicar, es necesario que vayamos al encuentro de nuestro tan anhelado trabajo pues nadie nos abrirá puertas si no las sabemos tocar, pues encontrar trabajo, también requiere esfuerzo.

Quedarse de brazos cruzados esperando a que te llamen de alguna empresa o esperar que alguien más te solucione la vida, es darles ventaja a todos las demás personas que invierten cada día y cada minuto para buscar empleo.
Por lo tanto debes buscar todas las formas posibles para llegar a la empresa en la que estás interesado y hacer contacto con la persona adecuada que pueda indicarte cuales son los requerimientos del puesto vacante y que de esta manera,  facilitarte el proceso de búsqueda evitando perder tiempo en empresas en donde tu perfil laboral no encaja con lo que ellos necesitan. 
Para aprovechar tu tiempo y alcanzar buenos resultados, puedes utilizar los medios de comunicación que están  tu alcance como lo son las llamadas telefónicas con fines laborales, entre estas podemos encontrar tres tipos:

  •     Llamadas informativas. Este tipo de llamadas son muy útiles porque siempre es necesario informarse con alguien de la empresa a cerca del puesto vacante, para conocer quién es el responsable y cual es el cargo que desempeña, para poder tener un contacto interno con quien podríamos hablar posteriormente. A veces hay que indagar con mayor esmero para saber quién es la  persona a cargo recordando que el objetivo principal de esa llamada debe ser recolectar información como el nombre y cargo de las personas a quienes puedo contactar para beneficio propio.


  •       Llamadas de red. El objetivo de este tipo de llamadas, es obtener otros contactos  de personas que puedan ayudarnos,  en un principio pueden resultar desconocidos, pues es a través de  nuestros  propios amigos y conocidos que vamos a ir creando una red de contactos. Estas relaciones de amistades y referencias pueden considerarse como la mejor manera de encontrar trabajo. 
Te preguntaras ¿Cómo iniciar una red de contactos?

Contacta amigos, conocidos y compañeros informándoles que buscas empleo, mencionando cuáles son tus metas y expectativas, mas no pidiéndoles trabajo, solo nueva información y consejos, pues a través de tus nuevos contactos puedes encontrar otros que si pueden ayudarte para encontrar empleo, luego de presentarte con los nuevos contactos debes presentarte e informarles quien dio referencia de tu persona, puedes hacer un breve resumen de tus antecedentes y metas podrías fácilmente alcanzar en su empresa, y recuerda si el primer contacto no puede ayudarte, el nuevo contacto tal vez pueda dar referencia a otro circulo de contactos aun más amplio.

  •    Llamadas de seguimiento.  Esta debe ser una llamada inteligente. Su objetivo es que el seleccionador pueda ver el currículo y que se tome en cuenta entre los demás y dar una buena impresión directa y personal de todas las habilidades y capacidades que tenga el solicitante, logrando incluso que se le pida que llene una solicitud y hacer que lo entrevisten.


Estas llamadas se realizan luego de haber asistido a la primera entrevista laboral, y al llevarlas a cabo es necesario que hables directamente de cómo puedes ser útil a la empresa, así como es también importante que hables de tus expectativas, de tus habilidades y capacidades, todo esto resumido en el resumen “Yo en 30 segundos” (que te explicaremos con mayor detalle en la próxima publicación.

Y recuerda para hacer una llamada efectiva comienza por dar el nombre, ser breve, hablar del currículum y comenzar un dialogo a cerca de la empresa y su interés de trabajar en ella.